A propósito de Música Combativa

A propósito de Música Combativa

         No sólo se combate con letras explícitas y que atacan el sistema. No sólo estoy en contra de él cuando denuncio. También lo estoy cuando amo, cuando juego, cuando entristezco. Hace falta involucrar lo combativo con todos los demás aspectos de la vida, revisar los discursos que nuestros propios actos señalan.

         Ej: en el circo mediático del llamado “caso bombas” se muestra a los anarkistas como personas que al parecer sólo tendrían palabras de odio, ideas de destrucción. Entonces, los medios se permiten concluir (y ya sabemos que gran parte de la población piensa lo que los medios quieren que piense) que estar en contra del sistema capitalista y querer combatirlo no es una opción válida, es un delito en sí. Y sería una idea de personas llenas de frustraciones e incapacidades.

         Se hace necesario, amigas y amigos, desmantelar esta conclusión tendenciosa e instalar la lucha combativa en la discusión popular. Dejar en claro que también gozamos, soñamos, educamos, cometemos errores, nos enfermamos, nos excitamos, pulsamos, detonamos y aspiramos a que las injusticias vayan desapareciendo.

         Ahora, puede ser que el principal problema que enfrentemos sea nuestro propio desenfoque:

         El sistema socioeconómico con el que estamos en desacuerdo promueve el enfocarse en lo que recibimos dentro de una transacción. No importa lo que tengamos que dar, importa el beneficio obtenido. Pues bien, yo creo que hay que enfocarse en lo que damos. ¡Con este mínimo acto nos convertimos en subversivos de inmediato!

         Llevando esta teoría al plano musical, descubrimos que es necesario ampliar lo que estamos dando, los estilos, las temáticas, las técnicas. Debemos crear un inusual mundo musical mucho mas integral y pasarnos por la raja las etiquetas con que se rotula la música para que sea más fácil su recibimiento. La industria musical se empeña en que nos fijemos principalmente en cómo va a ser adquirida nuestra obra. Hay que transgredir esta práctica fijándonos en cómo será entregada, qué es lo que entregaremos y porqué.

         Insisto en que debemos entregar todos los distintos elementos que conforman nuestro mundo, pasados por el filtro de nuestra creatividad y no quedarnos en el concepto de lo que se supone que es combativo ya que eso es finalmente sólo una etiqueta más, que nos aliena y nos impide crear de verdad una Música Combativa.